El lado oscuro del catolicismo: censura y opresión
“Dios no castiga, perdona” es lo que se deduce al leer los pensamientos de Pascal y haríamos bien en recordar esa idea en estos días de fanatismo religioso, aprovechamiento político y absoluta pobreza en el pensamiento teológico. Intentemos imaginar:
¿Qué hubiera hecho la Virgen María al verse travestida en la parte central del afiche publicitario de la performance de un joven estudiante de artes escénicas? ¿Se hubiera molestado? ¿Hubiera alentado a que expulsen a ese joven? Lo más probable es que ninguna reacción de esas haya sido suya. Como madre de Cristo, hubiera imitado las enseñanzas dialogantes y comprensivas de su hijo: se hubiera acercado al joven y le hubiera preguntado por su obra y por sus razones. Quizá hasta hubiera ido a ver la obra y luego, con María Magdalena, la hubieran comentado mientras comían el pan, el cordero y el vino.
Hoy, si la Virgen nos está mirando, de seguro debe estar mucho más horrorizada de cómo la historia del cristianismo no solo ha sido de buenos ejemplos, sino también una historia abyecta llena de violencia, discriminación y opresión permanente. Hoy, en el Perú, la Virgen María estaría mucho más horrorizada de esos empresarios que se enriquecen vendiendo carne de caballo malograda a los niños pobres y de las mafias de políticos que asesinan a las jóvenes prostitutas para que ellas no hablen de una prostitución mucho más sofisticada. Si hoy la Virgen convocara a una marcha (como la que se convocó ayer frente al ccpucp), no lo haría por ese afiche ni por esa performance de un joven estudiante: lo haría para protestar por cómo la corrupción, la absoluta falta de honestidad y el vil aprovechamiento del trabajo del otro (dispositivo de la desigualdad) se han vuelto prácticas naturalizadas en la mico y macroeconomía del Perú actual.
El arte no puede tener censuras. La universidad es un espacio libre. El arte está para discutirse en un marco de diálogo moderno y democrático. En estos tiempos, la universidad (no las bambas, no las empresariales -también censoras) es uno de los pocos espacios que quedan para tener debates informados y alturados. Este es un momento muy bueno para activar un debate teológico público que no debería desaprovecharse ni ser solo tomado por el fundamentalismo autoritario. Son muchas las cosas por comentar sobre este episodio, pero solo quiero poner dos temas sobre la mesa.
La primera es la necesidad de ver la obra. Ojalá pueda estrenarse en otro lugar y ojalá podamos verla para tener una opinión sobre ella. No podemos imitar a los viejos inquisidores coloniales o a las prácticas de las vergonzosas dictaduras que acosaron el siglo XX, muchas de las cuales continúan en el siglo XXI. Animo a los espacios de la sociedad civil a que pongan la obra en el tiempo que viene.
La segunda es repudiar, con mucha fuerza, al Ministerio de Cultura que ha emitido un lamentable comunicado en un problema en el que no debería meterse. Es increíble que sigamos sin poder tener un estado verdaderamente laico en el Perú. España y México (“las naciones más católicas del mundo”) lo tienen hace décadas y los avances en ambos países han sido enormes en diversos niveles. La gran mayoría de peruanos sabemos que los más altos funcionarios de este gobierno continúan degradándose solitos, que han perdido toda la vergüenza y que la futura reflexión histórica los tirará al basurero.
Daniel Mathews colgó, para bien, esta cita de Holbach, un filósofo alemán del siglo XVIII "Hay detrimento de la moral cuando la religión promete perdonar a los malvados mientras abruma a los buenos bajo el peso de sus exigencias; alienta, pues, a los unos y a los otros los desanima".
Yo quisiera añadir estas palabras recientes del papa Francisco, hablando de los sacerdotes tan mal formados con los que hoy cuenta la iglesia y de aquellos católicos que creen que los agnósticos, o los ateos, no tienen nada que enseñarnos:
“No podemos formar sacerdotes burros que nunca hayan leído a Dostoievski, por ejemplo. Necesitamos un mayor humanismo en la formación sacerdotal. A mí me espanta que los sacerdotes no hayan tenido formación en las artes, en la literatura. Tenemos que encontrarle el gusto a la literatura en la formación sacerdotal. Borges es un grande que nos puede ayudar a ir adelante”.
El video completo aquí:
https://www.instagram.com/reel/DEKU_8HI2yj/?igsh=bXV0dTc5YjNwcTE%3D