Clínicas privadas, nombres de santos religiosos y coronavirus
Un poema de Antonio Cisneros: A Cristo en el matadero
Cuando hablaste
del amor y repartías
la paz y los pescados
se acercaban
para amarte, Señor
amable y sabio.
Un buen día, aburridos
de milagros,
hartos de caminatas
decidieron
cambiar tu cabellera
y tus sandalias
por unos cuantos reales.
Llenos de clavos
tu cuerpo fue enterrado
junto al vientre
de las ratas. Tus palabras
se hicieron estropajos,
tambores pellejudos
que anuncian
negocios y matanzas.
(De: Comentarios Reales, 1964)
Escrito por
Crítico literario. Doctor Georgetown University, EEUU. Enseña en la PUCP. Ex-profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes.